Luisa Brown
Cuando se habla de seguridad empresarial, solemos centrarnos en los ataques externos: hackers, malware o violaciones de seguridad desde el exterior. Sin embargo, una de las amenazas más peligrosas y subestimadas proviene de dentro de la propia organización: las amenazas internas. Estas pueden ser tanto empleados malintencionados como trabajadores negligentes que, con acceso legítimo, comprometen la seguridad de la empresa.
Una amenaza interna ocurre cuando una persona con acceso autorizado a los sistemas de la empresa, ya sea un empleado, contratista o socio, pone en riesgo la seguridad de la organización, ya sea de forma intencional o accidental. Estos insiders tienen un conocimiento profundo de los sistemas, procesos y estructuras de la organización, lo que los convierte en una amenaza potencialmente más dañina que los atacantes externos.
Insiders maliciosos:Aquellos que abusan intencionalmente de su acceso para causar daño o extraer información.
Insiders negligentes: Trabajadores que, por descuido o falta de conocimiento, permiten que ocurra una violación de seguridad (por ejemplo, caer en ataques de phishing o compartir contraseñas).
Insiders comprometidos: Empleados cuyos accesos son robados por atacantes externos, facilitando el acceso a los sistemas sin necesidad de un ataque directo.
En 2016, un ingeniero de software de una gran empresa financiera fue despedido tras un conflicto laboral. Sin embargo, antes de ser completamente desvinculado, utilizó su acceso autorizado para borrar miles de registros financieros y manipular datos clave. El incidente le costó a la empresa millones de dólares en pérdidas y semanas de tiempo de recuperación. La falta de una revocación inmediata de sus permisos de acceso facilitó el sabotaje.
Lecciones aprendidas:
El offboarding de acceso inmediato es esencial. Todas las credenciales y accesos deben ser eliminados o desactivados tan pronto como un empleado deje la organización, especialmente si se le desvincula por razones conflictivas.
Implementar autenticación multifactor y monitoreo de actividad puede ayudar a identificar comportamientos inusuales y evitar que se produzca un ataque similar.
En 2020, un empleado de una empresa de tecnología se descontentó con la gestión de la compañía y decidió filtrar información confidencial sobre un nuevo producto en desarrollo a un competidor. Utilizó su acceso legítimo a los sistemas de desarrollo y compartió archivos a través de su cuenta de correo personal. El daño incluyó la pérdida de una ventaja competitiva y demandas legales.
Lecciones aprendidas:
Es crucial limitar el acceso a información confidencial mediante controles de acceso basados en roles (RBAC). Solo las personas que necesitan acceder a datos sensibles para su trabajo deben tener permisos.
Las soluciones de Prevención de Pérdida de Datos (DLP) pueden evitar que se transfiera información confidencial fuera de la empresa sin autorización, bloqueando acciones como enviar correos electrónicos a cuentas personales o descargar archivos no autorizados.
En un hospital, un empleado fue víctima de un ataque de phishing, lo que permitió a los ciberdelincuentes obtener sus credenciales de acceso. A través de su cuenta, los atacantes pudieron acceder a miles de registros médicos. El incidente no solo comprometió la privacidad de los pacientes, sino que también resultó en fuertes multas debido al incumplimiento de las normativas de protección de datos, como la HIPAA.
Lecciones aprendidas:
Capacitar a los empleados en seguridad es crucial para prevenir que caigan en ataques de phishing y otras tácticas de ingeniería social.
Implementar monitorización de la actividad de los usuarios (UBA)
puede ayudar a identificar comportamientos anómalos, como accesos fuera del horario habitual o desde ubicaciones geográficas inusuales.
Las estadísticas y estudios sobre las amenazas internas muestran el impacto devastador que pueden tener:
Según un informe de Ponemon Institute, el 34% de las filtraciones de datos provienen de amenazas internas.
El coste promedio de una amenaza interna puede ascender a $11 millones por incidente, incluyendo pérdidas financieras, interrupciones operativas, y multas por incumplimiento normativo.
Empresas que no aplican una gobernanza de acceso adecuada suelen experimentar mayores pérdidas cuando ocurre una amenaza interna, ya que los insiders suelen estar más familiarizados con las vulnerabilidades internas de la organización.
Para mitigar el riesgo de amenazas internas, es esencial implementar una estrategia de seguridad integral que cubra tanto la prevención como la detección de actividades sospechosas. Aquí te presentamos las mejores prácticas para proteger a tu empresa:
La Gobernanza de Acceso a Datos (ADG) establece políticas que limitan y controlan quién tiene acceso a información sensible dentro de la empresa. Asegúrate de que:
Los empleados solo tengan acceso a los datos que necesitan para su trabajo.
Se realicen revisiones periódicas de los permisos de acceso, especialmente tras un cambio de rol o la salida de un empleado.
Se utilicen herramientas de autenticación multifactor (MFA) para proteger las cuentas de acceso.
Las soluciones de Prevención de Pérdida de Datos (DLP) pueden monitorear y bloquear intentos de fuga de información sensible. Implementar estas herramientas te permite:
Detectar cuándo un empleado está intentando compartir información no autorizada fuera de la red empresarial.
Establecer políticas de retención y acceso a datos que eviten la fuga accidental o maliciosa de información.
La capacitación continua es fundamental para reducir los riesgos internos. Proporciona formación regular en:
Identificación de correos de phishing y otros ataques de ingeniería social.
Las mejores prácticas para la gestión segura de contraseñas y autenticación.
Protocolos de seguridad cuando se maneja información sensible, tanto en el acceso como en su transferencia.
Implementar análisis de comportamiento del usuario (UBA) y sistemas de auditoría es una medida proactiva para detectar comportamientos anómalos en tiempo real. Configura alertas para:
Accesos inusuales a horas extrañas o desde ubicaciones no autorizadas.
Transferencias de datos inusualmente grandes o intentos de acceso a información fuera de las responsabilidades laborales de un empleado.
El onboarding y offboarding de empleados son momentos clave donde las amenazas internas pueden surgir. Asegúrate de:
Limitar los permisos de acceso durante el onboarding según las necesidades específicas del rol.
Revocar inmediatamente todos los accesos cuando un empleado deja la organización para prevenir el uso no autorizado posterior.
Las amenazas internas, aunque menos visibles que los ataques externos, son igual de peligrosas para las empresas. Ya sea por descuido, malicia o compromiso de credenciales, el impacto de estas amenazas puede ser devastador, afectando las finanzas, el cumplimiento normativo y la reputación de la empresa.
Implementar un enfoque integral que combine Gobernanza de Acceso a Datos, DLP, monitoreo constante y capacitación en seguridad es clave para reducir los riesgos. Al aprender de los estudios de caso y aplicar las mejores prácticas, puedes proteger tu organización contra las amenazas internas y mantener tus datos y activos más valiosos a salvo.
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